martes, 21 de abril de 2009

El mirador (de J. Gervás: Pacto por la Sanidad [A la distinción por la informática]

'Ante los planteamientos para el Pacto por la Sanidad en que se viene trabajando, Juan Gérvas considera que, para solucionar los problemas del sistema sanitario, sería suficiente con llevar a la práctica la Ley de Cohesión.

"Siempre habrá pobres entre vosotros, dice la Biblia. Y parece que acierta, pues miles de años después persiste la pobreza, por más que coexista con la riqueza de los que todo tenemos. Tenemos agua y alimentos, higiene y sistema sanitario, trabajo y paz.

Es bien cierto que la riqueza se reparte mal y que todo es relativo; y. en esta España nuestra, hay quien vive en pobreza y quien no tiene trabajo (ni pago por desempleo). Pero a nadie le falta la cobertura segura de la atención sanitaria. Es decir, nuestra sociedad ha avanzado hasta creer que es un derecho el tener acceso a los servicios sanitarios, según necesidad, y de forma gratuita en el punto del servicio. Cosa semejante se ha implantado en todos los países desarrollados, con la notable excepción de los EEUU, donde un cuarto de la población no tiene derecho a atención sanitaria.

Triunfo no consolidado

Conviene que los pacientes sean conscientes de este triunfo, pues no está tan consolidado como parece. Hace apenas medio siglo no teníamos nada parecido a lo que hoy nos parece 'normal'. También los profesionales, gestores y políticos podemos llegar a considerar 'de rutina' la organización sanitaria. Lamentablemente, no se suele apreciar lo que es parte del paisaje, lo que no destaca. No se aprecia en los dos sentidos, en el de notarlo y sentirlo, y en el de valorarlo y ponderarlo. Cabe entonces el experimento arriesgado, la imprudencia notable, el despilfarro de un bien social.

La descentralización sanitaria ha dejado al Ministerio de Sanidad y Consumo vacío de funciones. Persiste, sí, el fantasmagórico esqueleto, el edificio de estética fascista, enorme y frío, con sus probos funcionarios, y con unos responsables políticos que buscan desesperadamente dar contenido a sus horas. Las comunidades autónomas hacen de su capa un sayo, y la Ley de Cohesión se queda en eso, en una simple y vistosa ley.

A la distinción por la informática

Sirva de ejemplo de desconexión la informatización, la implantación de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación. Cada comunidad autónoma tiene un sistema diferente e incompatible con las demás. Parece que fuera importante eso, que el sistema sea diferente e incompatible, que el sistema sea seña de identidad regional. Y tal vez, que el sistema informático sirva como expresión de superioridad científica, moral y profesional. Es decir, da la impresión de que los pacientes extremeños son 'distintos e incompatibles' con los vascos, catalanes, gallegos, valencianos, andaluces, murcianos y demás, de forma que cada uno de ellos precisa un sistema informático sanitario distinto, único e incompatible.

Desde luego, ello da de comer a más industriales y profesionales de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación, y tal vez en ese aumento del gasto esté la clave de tanta diversidad e incompatibilidad. Más gasto, más inversión y más despilfarro.

Estando en esta soberbia va el Ministerio de Sanidad y Consumo y busca establecer un Pacto por la Sanidad. Un pacto con apartados varios, desde recursos humanos a salud pública, desde cartera de servicios a consumo de drogas, pasando por políticas de calidad e investigación, y de racionalización del gasto. Como entretenimiento no está mal. Es una forma de pasar las horas. Pero tal vez fuera más sencillo llevar a la práctica la Ley de Cohesión, que contó con unanimidad en el Parlamento".'

Fuente: Juan Gérvas. - Médico General Rural y promotor del Equipo CESCA en Acta Sanitaria de 20/04/09

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