'Las nuevas tecnologías están cambiando la forma de prestar asistencia sanitaria, y una de las mayores revoluciones es la asociada a la movilidad. A juicio del autor, medicina, gestión y ocio tienen un gran futuro por delante mientras se respeten la confidencialidad y seguridad.
El sector sanitario está experimentando, de la mano de las tecnologías de la información (TI), una auténtica revolución en los últimos años. Cada vez son más comunes términos como e-salud, Sanidad 2.0, o Salud 2.0, lo que refleja la importancia que está adquiriendo la tecnología en la sanidad y la necesaria transformación del sector por múltiples motivos: descentralización administrativa, déficit de personal sanitario, creciente demanda sanitaria de una población envejecida, enfermedades derivadas del estilo de vida moderno, etc.
Dentro del proyecto Euromed, auspiciado por la Comisión Europea, se destaca la importancia de las TI y las ventajas que las nuevas tecnologías de movilidad aportan a pacientes y profesionales, reclamando políticas que faciliten una atención integrada al paciente basada en las TI. Los objetivos últimos de estas iniciativas son aumentar la eficiencia del personal sanitario, incrementar la productividad de los centros y mejorar la atención al paciente, a la vez que se hace frente a nuevos retos como la movilidad de pacientes entre países, la coordinación de políticas sanitarias regionales, estatales y supraestatales, y la implicación del propio paciente en los procesos sanitarios.
La red sanitaria pasa a jugar un papel crucial en esta revolución tecnológica, convirtiéndose en el núcleo de un ecosistema de información, que soporta en un primer nivel hospitales, centros de atención primaria, laboratorios, etc., y se extiende más allá, dando soporte a multitud de servicios, desde la gestión administrativa del organismo sanitario hasta la seguridad física o los servicios generales. El trabajo en red permite el acceso al conocimiento, compartirlo y eliminar barreras de espacio y tiempo.
En este contexto, la incorporación de las nuevas tecnologías al entorno sanitario se mueve en dos coordenadas fundamentales: movilidad y seguridad. La aplicación de las tecnologías de movilidad a los servicios sanitarios tiene múltiples aplicaciones, que van desde el equipamiento de las flotas de vehículos con conectividad y acceso a los sistemas de información centrales, hasta carros de medicación e instrumentación, con navegación por internet incorporada, que permiten consultar el historial clínico in situ, pasando por la asistencia y la monitorización a domicilio.
Sin embargo, la incorporación de movilidad no está exenta de importantes retos y limitaciones técnicas que habrá que resolver, y que van desde la insuficiencia del ancho de banda a la existencia de múltiples estándares y tecnologías de seguridad, por no mencionar el debate de las posibles interferencias de los dispositivos inalámbricos con el equipamiento clínico. A nadie se nos escapa que la movilidad debe ir acompañada siempre por un alto nivel de seguridad en un entorno tan sensible como el sanitario. Los servicios móviles, los sistemas que los soportan y los usuarios que hacen uso de ellos son cada vez más variados, lo que supone un reto para los administradores.
La seguridad la componen tres elementos principales: confidencialidad, integridad y disponibilidad. La confidencialidad exige mantener la privacidad, limitar el acceso a la información y a los recursos.
La integridad requiere proteger la información frente a modificaciones no autorizadas y mantener la validez de la información. Disponibilidad implica garantizar que los recursos estén disponibles para los usuarios autorizados y permitir el acceso bajo demanda.
Se puede dar respuesta a muchos de los retos que plantea la movilidad mediante una combinación de redes basadas en políticas, herramientas capaces de evaluar el grado de confianza de los sistemas finales que se conectan y sistemas de respuesta dinámica ante intrusiones.
Existen múltiples tipos de usuarios y dispositivos móviles en un hospital. Desde el médico que hace la ronda por su planta y necesita acceso inmediato a la información de cada paciente, al carro de monitorización o el paciente que quiere navegar por internet y comprobar su correo electrónico. Cada uno de ellos exige un nivel de seguridad distinto, es decir, diferentes parámetros de confidencialidad, integridad y disponibilidad que la red puede proporcionar de forma diferenciada.
Nuevas formas de asistencia y ocio
Aplicando estas tecnologías es posible también conectar de forma segura los múltiples dispositivos utilizados en los servicios de radiología y telemedicina, de tan distinta naturaleza, que manejan grandes volúmenes de datos y cuyas posibilidades de configuración y actualización son limitadas.
La convergencia presenta también necesidades nuevas en estos entornos. Ya no hay únicamente ordenadores conectados a una red de datos; ahora existe una red multiservicio para dar soporte a la voz sobre IP, a los sistemas de climatización de los edificios, a los equipos de diagnóstico y monitorización, la iluminación, los sistemas de vigilancia, los de detección de incendios Los administradores pueden tratar de forma específica tráficos diversos provenientes de múltiples dispositivos diferentes.
No hay que olvidar el campo del entretenimiento, que se ha demostrado muy importante para ayudar en la recuperación del paciente, en su percepción de la calidad del servicio y en la demanda de atención por parte del paciente. En los hoteles no pasamos tanto tiempo seguido como en un hospital, y sin embargo tienen muy claro que la difusión de televisión, video bajo demanda, juegos y conexión a internet son vitales para atraer clientes, y esto incluye soportar todo tipo de dispositivos móviles que el propio cliente trae consigo. En el hospital, en general el entretenimiento consiste en un televisor que funciona con monedas. Pero hay muchas más posibilidades como las ya mencionadas, hablemos de centros públicos o privados. La discusión sobre qué vías de financiación pueden ser válidas está más allá del objeto de este artículo.
En resumen, en un entorno como el sanitario, la movilidad y la seguridad son imprescindibles y deben ir siempre de la mano. Ahora bien, es necesario buscar la manera más sencilla de gestionar los diferentes niveles de seguridad que cada usuario/servicio/dispositivo requiere, y la gestión de políticas de uso de la red es una herramienta básica para ello. Y todo ello sin perder de vista que se trata de ayudar al objetivo final, que es la atención al paciente.'
Fuente: José Carlos García. Ingeniero de Soluciones de Enterasys, en Tribuna de Diario Médico 3/11/08
miércoles, 5 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario