Desde el inicio de esta prestación en junio de 2007 en la provincia y hasta junio de 2008, un total de 960 médicos de familia y pediatras de los centros de salud malagueños (el 95,3% del total) ya han emitido 5.196.597 recetas electrónicas, un 26% del total de recetas emitidas en la provincia. El servicio de Receta XXI está disponible en 603 oficinas de farmacia, lo que supone el 97,1% del total.
La Receta Electrónica o Receta XXI supone una de las principales apuestas de Anda-lucía en materia farmacéutica. Este nuevo modelo de prescripción y dispensación de los medicamentos y productos sanitarios incluidos en la financiación pública ha sido desarrollado en colaboración con el Consejo Andaluz de Colegio Oficiales de Farmacéuticos y aprovecha las nuevas potencialidades de la informática y e las telecomunicaciones, aportando múltiples ventajas. Se trata de una de las aplicaciones más beneficiosas para los usuarios que se enmarca en el entorno de Diraya junto a la historia de salud digital o la petición de cita previa con el médico de familia o pediatra a través de Salud Responde, Internet o con un mensaje desde el teléfono móvil.
La principal ventaja de esta iniciativa es que evita a los enfermos crónicos tener que acudir periódicamente a su centro de salud para renovar los tratamientos prescritos. De esta forma, cuando el médico realiza la prescripción de un medicamento a un paciente, a través de la aplicación informática de historia digital de salud (Diraya) y previa inserción en el sistema de la tarjeta sanitaria, determinados datos de dicha prescripción son grabados en un Módulo Central de Dispensación.
En este módulo se crea un crédito farmacéuticos con el tratamiento completo prescrito para el paciente en los plazos que estime el facultativo. El usuario, que sale del centro de salud sin las recetas tradicionales, acude a la oficina de farmacia sólo con su tarjeta sanitaria y desde ahí se accede a este crédito farmacéutico donde se recogen los fármacos prescritos y la posología -dosis en las que debe administrarse-. Con estas premisas, el farmacéutico será el que vaya suministrando el tratamiento durante el plazo indicado.
Por otra parte, el sistema de receta electrónica redundará en una mejora del control de la adherencia del paciente al tratamiento, ya que el médico podrá visualizar se han retirado en las los medicamentos recetados. El médico tendrá que entregar al ciudadano una hoja de instruc-ciones en la que se especificará tanto el fármaco recetado como la forma de tomarlo y cualquier información que considere de interés para un mejor cumplimiento del tratamiento. Este documento tendrá que estar firmado por el facultativo.
El principal objetivo de la receta electrónica es evitar que los pacientes crónicos tengan que acudir a su médico sólo para que les expida las recetas de continuación de su tratamiento, lo que redundará en la disminución del número de consultas que se producirán en atención primaria –estimada en, al menos, el 22%- y posibilitará que el médico pueda dedicar más tiempo a la atención de sus pacientes.'
Fuente: Portal de Salud de la Junta de Andalucía
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