Hasta ahora, los procesos médicos que los reclusos padecían durante su estancia en el centro penitenciario no quedaban registrados en otros centros sanitarios y, al contrario, los médicos de la cárcel no tenían conocimiento de la información médica de los pacientes generada en el exterior del centro. El problema reside en que el servicio médico y el personal del centro penitenciario dependen del Ministerio del Interior, de la secretaria de Instituciones Penitenciarias. "Somos una red sanitaria paralela y no teníamos demasiada conexión en cuanto a datos, sobre todo con Atención Primaria", explicó el jefe del servicio médico del centro.
Ahora, en la práctica, el servicio de la cárcel funcionará como un consultorio dependiente del centro de salud de San Juan, indicó Javier Sada, director de Atención Especializada del Servicio Navarro de Salud (SNS).'
Fuente: Diario de Navarra
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