En el primer semestre del año, los centros campogibraltareños han dispensado un total de 2.328.926 recetas, de las cuales 663.880 eran electrónicas. Esta cifra representa que el 28,51% del total de prescripciones se hacen ya a través de este modelo, el cual ha sido desarrollado en colaboración con el Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos aprovechando las nuevas potencialidades de la informática y las telecomunicaciones.
Cuando el facultativo utiliza este sistema de prescripción los datos son grabados en el Módulo Central de Dispensación previa inserción de la tarjeta sanitaria del paciente, que hace la función de 'llave de acceso' a Diraya.
En este módulo se crea un crédito farmacéutico con el tratamiento completo prescrito para el paciente en los plazos que estime el facultativo. El usuario, que sale del centro de salud sin las recetas tradicionales, acude a la oficina de farmacia sólo con su tarjeta sanitaria y desde ahí se accede a este crédito farmacéutico donde se recoge los fármacos prescritos y la posología –las dosis en las que debe administrarse-. Con estas premisas, el farmacéutico será el que vaya suministrando el tratamiento durante el plazo indicado.
El sistema de receta electrónica redunda en una mejora del control de la adherencia del paciente al tratamiento, ya que el médico puede visualizar si se han retirado en las farmacias los medicamentos recetados. El médico tiene que entregar al ciudadano una hoja de instrucciones en la que se especifica tanto el fármaco recetado como la forma de tomarlo y cualquier información que considere de interés para un mejor cumplimiento del tratamiento. Este documento tendrá que estar firmado por el facultativo.
El sistema permite al farmacéutico suspender cautelarmente la dispensación de un medicamento recetado cuando considere que pueda suponer un riesgo para la salud del paciente. Esta situación es comunicada automáticamente de forma telemática al médico que recetó el fármaco, quien será el que adopte una decisión definitiva, anulando o reactivando la prescripción.
El principal objetivo de la receta electrónica es evitar que los pacientes crónicos tengan que acudir a su médico sólo para que les expida las recetas de continuación de sus tratamientos, lo que redunda en la disminución del número de consultas que se producirán en atención primaria y posibilita que el médico pueda dedicar más tiempo a la atención de sus pacientes.
Entorno Diraya
La implantación de este modelo en Andalucía ha sido posible gracias a la puesta en marcha de la historia de salud digital (Diraya) en los centros de salud, una aplicación informática que permite desarrollar la historia digital de salud.
Esta aplicación permite, mediante el uso de la tarjeta sanitaria, el acceso –previa autorización del ciudadano- a todos sus datos clínicos en el momento y en el lugar que le atienda el médico del sistema sanitario público. La historia digital mejora la atención en los procesos asistenciales, asegurando la continuidad, evitando la repetición de pruebas y duplicidades clínicas. Se trata, por tanto, de una herramienta de trabajo muy importante para el profesional sanitario, que proporciona además ventajas al ciudadano al facilitarle también los trámites y gestiones sanitarias.'
Fuente: Portal de Salud de la Junta de Andalucía
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