'La disparidad de los sistemas informáticos impide conocer los datos médicos de los pacientes entre las distintas autonomías. Cataluña y País Vasco, las más retrasadas en el proceso de centralización
La información médica de un enfermo sólo está disponible para los facultativos de su propia comunidad autónoma.'
'El estado de salud del profesor Jesús Neira empeoró tras la paliza que recibió por defender a una mujer maltratada porque los primeros médicos que le atendieron no tuvieron en cuenta que tomaba una medicación anticoagulante (sintrom), que le hacía más propenso a sufrir hemorragias, como la cerebral que le llevó al estado de coma.
El ministro de Sanidad, Bernat Soria, declaró unos días después que si Neira hubiera llevado «una tarjeta sanitaria electrónica, con su historia clínica digital incorporada» los médicos hubieran sabido que era un paciente con ese riesgo. Pero la realidad en España es que con una Sanidad transferida, es decir, con unas comunidades autónomas que poseen plena potestad para poder hacer y deshacer en temas sanitarios, se encuentra, no obstante, con 17 proyectos individuales de historia clínica digital, muchos de ellos diferentes y, por lo tanto, resultan incompatibles (o «interoperables», como se denomina en el argot técnico) entre sí.
Las autonomías pioneras trazaron cada una su propio modelo de historia clínica y desarrollaron unos sistemas informáticos propios. Andalucía, País Vasco, Comunidad Valenciana y Cataluña tienen digitalizada toda la información médica de sus ciudadanos, que cualquier médico de la región puede consultar, pero si el paciente viaja más allá de los límites de su región, su historial se queda en casa.
Para poner un poco de orden en este amalgama de proyectos, el Ministerio decidió definir unas directrices comunes y ser el garante de un nodo central, «un gran servidor desde el que intercambiar la información», como lo definen. Sólo faltan por integrar la información cuatro comunidades: Andalucía, Comunidad Valenciana, Cataluña y País Vasco y estas dos últimas son las que más retrasadas van, confirman desde Sanidad.
Precisamente, las cuatro pioneras tienen que hacer ahora un nuevo esfuerzo en lo que se refiere al campo de la tecnología para poder convertir sus sistemas informáticos y que, de esta manera, los informes puedan ser «leídos» desde cualquier otro punto de España.
Programa piloto
A la espera de que se terminen de integrar, en octubre, el Ministerio pretende llevar a cabo un programa piloto con ocho comunidades autónomas, una especie de «ensayo general» con media España para ver en el día a día las posibles ventajas que traería el poder acceder desde un simple ordenador a la información de cualquier paciente de España o bien intercambiar dicha información con médicos de otras zonas del país. Cataluña, Castilla y León, Murcia, La Rioja, Comunidad Valenciana, Cantabria, Andalucía y Baleares son las comunidades que han sido escogidas para participar en esta experiencia.
Un plazo de tres años
Y el siguiente reto ya se vislumbra en el horizonte. El próximo mes la Unión Europea firmará un proyecto con 11 de sus países, entre ellos España, para integrar las historias clínicas de medio continente en un plazo de tres años. «La idea es que cada país pueda utilizar su propia tecnología para no tenerlo que modificar absolutamente todo, pero el verdadero reto es que todos los sistemas de que dispongan sean interoperables entre sí», explican desde Sanidad.'
Fuente: La Razón
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