"Hoy en día contamos con el mayor acceso a la información que jamás hemos tenido; sin embargo, nos encontramos más desinformados que nunca". Esta premisa, propia de la sociedad de la información, también puede aplicarse a las redes que rigen la gestión informativa del sistema sanitario. El taller Generando valor para decidir en gestión de servicios, en el seno de las XV Jornadas de Informática Sanitaria en Andalucía, pretende desvelar los entresijos de lo que algunos denominan mesogestión, o lo que es lo mismo, la relación que se establece entre los provisores de servicios de salud y los demandantes de información.
La sobrecarga de datos no siempre implica una mejora en la atención personal. Al contrario, hay veces en las que el crecimiento exponencial de información supera con creces la demanda de un médico. En estos casos es necesario establecer filtros que delimiten la validez o interés de los conocimientos que se generan, y eso implica asumir responsabilidades. Tal como sugiere Jesús López, responsable de Información del Hospital Universitario Virgen de la Victoria, de Málaga, la buena utilización que se hace de los datos ofrecidos no sólo radica en el aprovechamiento que el facultativo haga de ellos, sino que también hay que tener muy en cuenta al agente responsable que la gestiona y desarrolla.
Según este técnico, la simplicidad es la regla. Sólo desde la claridad y la concreción "se podrá realizar una buena normalización y uso de los sistemas de información". En este sentido, destaca, "no hay que incidir tanto en la creación cuantitativa de la información como en los valores de calidad y su utilidad".
Para qué sirven los datos
Una de las incógnitas que se deben despejar en este proceso por parte de los analistas o programadores es la de conocer de antemano el uso que se va a hacer de la información generada, esto es, si se sabe para qué se utilizan unos datos, se tendrá más pistas sobre qué interesa y qué no.
Como experto en la materia, Francisco Javier Francisco, del Servicio Murciano de Salud, lamenta la ausencia de diálogo entre demandantes y emisores de información, un valor que, a su juicio, permitiría mejorar el servicio ofrecido: "Para medir algo hacen falta indicadores claros. Si no sabemos qué es lo que necesitan los médicos, cómo lo quieren ver o con qué utilidad lo precisan, no podremos elaborar una base de datos que aporte la información suficiente. ¿Por qué la dirección de empresa no se ha preocupado hasta hace pocos años de ofrecer al clínico una herramienta eficaz? ¿O por qué no se facilita el trabajo a los encargados de incorporar estos datos a un determinado registro?", critica López por su parte.
Según algunos, como Rafael Ruiz, director de Siemens HS, uno de los motivos de esta inoperancia sería el complejo funcionamiento del sistema en sí, capaz de generar un volumen de datos abrumador. "Un hospital de 500 camas genera en un día más transacciones informativas que la Bolsa de Madrid", ilustra Ruiz, al tiempo que apunta a la posible raíz del problema: "La falta de una estrategia de sistema". Él, como tantos otros especialistas, echan en falta la existencia de un borrador que, al estilo de la Agencia Tributaria, permita manejar información de todo tipo, "cosa que no ocurre en el ámbito sanitario".
CMI: la estrategia empresarial al servicio de la evaluación sanitaria
Los cuadros de mandos integrales (CMI) son sistemas de administración que surgieron con el objetivo de que los gerentes de una empresa se acostumbrasen a evaluar su marcha. Su interés va más allá de la perspectiva financiera: es un método para medir las actividades de una compañía en términos de visión y estrategia.
Desde hace años los centros sanitarios están incorporando este tipo de sistemas en su configuración, ya que facilitan el funcionamiento y la coordinación de los diferentes agentes que la conforman. Además, resulta fundamental para fijar una estrategia determinada.
Expertos en la implementación de CMI en el ámbito clínico se han reunido en un encuentro en el que responsables de organismos sanitarios y representantes de empresas especializadas compartieron sus conocimientos sobre la materia. La mesa redonda CMI para servicios de salud ha resumido en cuatro intervenciones cuál es el estado en que se encuentran los centros médicos en relación con este tema. Para Gregorio Gómez, de la Consejería de Sanidad de Valencia, la puesta en marcha del instrumento implica la creación de una mayor competencia entre los departamentos, que son más conscientes de las metas a alcanzar.
Sin embargo, incidió en la necesidad de conseguir una verdadera implicación por parte de toda la comunidad: "Tenemos sistemas más sofisticados que generan mucha información, pero existe muy poco hábito, sobre todo, por parte de los puestos directivos; por eso no vemos los resultados. Es necesario que su utilización tenga consecuencias directas".
Por su parte, María José Vázquez, del Hospital Universitario Virgen del Rocío, de Sevilla, ha presentado el modelo de CMI adoptado en el clínico sevillano en 1996. Vázquez empezó aclarando que este elemento, "si bien no es un CMI, tiene la vocación de serlo". La ponente consideró que "aún es preciso mejorarlo" en cuestiones como la interactividad de los usuarios y la accesibilidad a los datos.
Por otro lado, desde una perspectiva más técnica y especializada, Rafael Hernández, de Telefónica, e Ignacio Para, de Microsoft, demostraron con ejemplos reales cómo los CMI pueden convertirse en una solución capaz de desarrollar una estrategia de negocio. En cualquier caso, resaltaron la idea de que esta tecnología es sólo parte del remedio, y que ordenadores y personas deben trabajar conjuntamente para conseguir mejorar dicho sistema.
"Hay que facilitar las herramientas necesarias para que todos participen y aporten algo en este proceso", destacó Para. Tras el debate, tuvo lugar el acto de clausura de las XV Jornadas de Información Sanitaria en Andalucía, en el que tomaron la palabra Luciano Sáez, presidente de la Sociedad Española de Información Sanitaria (SEIS) y Jesús Huerta, como representante de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, quien destacó el carácter "interactivo y participativo" de este evento que, "pese a su madurez, no deja de sorprender por "el valor del conocimiento que genera".'
Fuente: Diario Médico 17/06/08
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